¿Cómo estás? Imagino que si vives en España, al igual que yo, estarás a punto de coger vacaciones de Semana Santa para poder descansar. En mi caso, este año además de relajarme (que ya sabes que siendo madre es un poco relativo) me he propuesto divertirme y disfrutar. Parece algo obvio, pero en ocasiones me encuentro sumergida en tantas cosas a la vez, trabajo, casa, hija, que cuando llegan momentos de parar al principio me cuesta mucho bajar el ritmo. Recuerdo como algún año en los que no equilibraba mi vida demasiado bien y estaba con mucho estrés, mucho trabajo y mucha tensión, cuando llegaban los días de vacaciones me ponía mala. Mi cuerpo me decía: “ahora te toca parar para poder compensar todo el esfuerzo que me has hecho pasar”. Afortunadamente ya soy más consciente del coste que me supone si sigo ese camino y ponga en práctica el tener mi vida más estable, dedicándome tiempo para mí, para mis amigos, para el trabajo y para mi familia. Aun así los primeros días me siento algo perdida (aunque a la vez liberada de tanta rutina y tanta agenda colapsada) y el gozar de los días sin “hacer nada” se me hace algo raro al principio. Tiene que ver con que el ser madre y mujer emprendedora deja poco margen para tener libre la agenda, pero con por suerte y a base de haberme tropezado varias veces en la misma piedra, voy aprendiendo. Te comparto mi compromiso para estos días por si te inspira o te sirve de ayuda:
- Disfrutar de mi hija,
- Desconectar de todo para poder conectar con ella y conmigo,
- Dejar el ordenador de lado,
- Poner el teléfono en un segundo plano para poder exprimir cada minuto con mi pequeña.