Hace un tiempo te hablé de cómo llevar la calma a tu día a día, te mostré algunas pautas para que fueras consciente de cómo observar, parar y respirar, antes de responder a tus hijos y hoy mi propuesta es dar un paso más, mostrarte cómo aprender a gestionar las emociones de tus pequeños. Insisto en que el primer paso está en nosotros, si tu hijo está invadido por la ira, rabia, tristeza, frustración… y tú vas como una mona el cómo termine la escena es fácil de imaginar, todos revueltos y con un final desagradable para todas las partes, ellos se sentirán mal y no aprenderán nada acerca de esa emoción y tú al dejarte llevar sin más, puede que luego te sientas culpable por haber reaccionado de una manera poco equilibrada. Mi primera invitación es que te quites la culpa de encima, somos humanas. En más de una ocasión no lo harás como te hubiera gustado, pero para eso están los errores, para tomar consciencia y aprender a hacerlo de otra manera, además de la oportunidad de mostrarle a tu hijo que tú, al igual que él, también te equivocas y pides disculpas. Decirte que, aun tomando consciencia, habrá días y días, pero si vas incorporando estos hábitos llegará un momento en el que los sigas de manera automática y cuando tu hijo esté ante una emoción desbordada sabrás encauzar ese momento con firmeza, amabilidad y respeto. Voy al tema en cuestión: ¿Qué hacer en el momento cumbre de la rabieta? , te propongo:
9 Claves que puedes utilizar cuando tu hijo tiene una "rabieta":
Después de haber parado tú, observarte a ti, a la situación, respirar profundo y repetirte una y otra vez mentalmente: “Es solo un niño y esta situación pasará”, mis sugerencias son:- Conecta con tu hijo, ponte de rodillas por debajo de sus ojos, mantén una posición calmada, receptiva y, si se deja, tócale, acaríciale, dale un fuerte abrazo.
- Valida su emoción diciéndole: “Comprendo cómo te sientes”, aunque no te guste el comportamiento de ese momento, acepta sus sentimientos. Hay un motivo, aunque tú no lo entiendas, por lo que se ha desbordado emocionalmente.
- Reconoce e identifica su emoción: “ Te veo muy enfadado ( triste o lo que sea ) “
- Habla menos y Escucha más, no le sermonees, déjale que te cuente lo sucedido, si es que te dice algo al respecto y busca las emociones que te está comunicando e intenta entenderle.
- Aborda la conducta diciéndole: “Pegar, morder, duele”, “Gritar aquí así molesta”, “Tienes mucha fuerza y así haces daño”. Se trata de describir la consecuencia de su comportamiento, sin entrar a juzgarlo.
- Propón alternativas: “Si necesitas morder puedes hacerlo en este mordedor” (en la etapa oral necesitan soltar su tensión en la boca y es muy frecuente que utilicen la boca para expresar sus emociones). Puedes decirle: “Esto no me gusta, trátame bien”, “los brazos y las manos también sirven para dar abrazos y caricias, mira prueba”.
- Establece normas y límites claros: “Nosotros no permitirnos hacernos daños” “Nosotros nos respetamos y nos tratamos bien. Estas normas también son para los adultos, ojo!.
- Cambia de actividad, utilizar el humor o empezar con un juego le ayudará a salir de la emoción y volver a sentirse conectado contigo.
- Crea una zona de Tiempo Fuera Positivo junto con tu hijo ( herramienta de DP):